Solón, El Diario, agosto 19 de 1961

Palabras pronunciadas por Walter Solón Romero gran premio Nacional de Arte.

Al lado de los viejos maestros y de los grandes valores consagrados, soy quizás, el menos indicado para recibir este premio, y no es modestia, es sinceridad, aquella que nace de lo profundo de mi ser, simple y sencilla, como ahora es mi palabra.

El premio Nacional de Arte creo yo no significa la victoria a mi labor realizada, es quizás, y esto es lo cierto, el estímulo que el Supremo Gobierno pone en mi carrera para seguir adelante. No he hecho sino trabajar pensando en que mi modesta contribución al pueblo es la cuota parte de cuantos trabajan por el; con la esperanza de que algún día no habrá un sitio para la angustia en un mundo donde los hombres compartan la alegría. Por que sé que el curso de la vida es corto entre la condición material de compartir la felicidad con quienes ven en la expresión del arte el pan amasado con el espíritu de la esperanza.

Al recibir este premio siento mi intimidad poblada de confianza de los que vieron en mi trabajo el deseo de hacer algo. 

En verdad el arte obedece a ciertos estímulos directos o indirectos elementos que rodean a su productor: paisaje, humanidad, época, es decir aquello que conforma la realidad social de la expresión del arte y hacen del artista un hombre que se acerca a lo humano como tal y a lo plástico como artista, sin fórmulas aprendidas, sin poses, ni compromiso subalternos, sólo con sinceridad y honradez profesional. Al establecer una relación entre el arte como producto humano y el medio en que se desarrolla, admitiremos también la influencia de nuestra realidad, de las transformaciones sociales sobre el hombre productor de arte y el resultado en su obra, ya que el artista no es un ser antisocial, ni actúa al margen de su visión personal acerca de lo que en Bolivia sucede. Esto no querrá decir jamás que la función de la sociedad, del Estado o de la crítica, sea controlar y supervisar el desarrollo del arte o imponer lo que el artista debe hacer o no; ante todo y esto lo estamos viendo en Bolivia existe libertad en la expresión plástica y ello nos permitirá resolver nuestros problemas en el terreno del arte.

Cabe hacer notar por otra parte, que lo trascendental para la nacionalidad boliviana actual, es el hecho tangible del contacto directo que se está operando entre el pueblo y sus creadores de arte dentro de un nuevo sentido de renovación social, hecho que contribuye a estimular los afanes de los obstinados, de los esperanzados, cuyo reconocimiento honra al país que les sale al encuentro.

1 thoughts on “ El pueblo contribuye a la superación del artista ”

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